Por razones incontables la gastronomía mexicana pertenece al patrimonio inmaterial cultural de la humanidad; su catálogo culinario, que hace palidecer al de varios países unidos, incorpora una sorprendente cantidad de sabores, aromas, texturas y colores. De suerte que en estos platillos podrás encontrar orégano, naranja, recados (chiles, especias y condimentos molidos que forman una especia pastosa), especias amerindias, chiles (¡cómo no!) maíz, frijol, cerdo conejo, pollo y hasta langosta. ¿Te ánimas a probar todos sus sabores?
Cochinita pibil: cocinado bajo tierra es el plato por excelencia de la gastronomía yucateca y uno que por nada del mundo debes de dejar de probar; consiste en cerdo macerado en achiote y cocinado a fuego lento bajo tierra con jugo de limón y naranja: se sirve en tortillas, chile habanero, cebolla morada y naranja.
Huevos motuleños: ¿listo para iniciar la jornada?, prueba suerte pidiendo unos huevos motuleños, de seguro que nunca probarás otros iguales. Estos huevos son una pequeña obra de arte, por presentación y contenido, ya que se acompañan con tortilla, frijoles negros, plátano queso y una salsa legendaria: parece una combinación tentadora para hincarle diente ¿no?
Tikin xic: otro platillo de la casa, como para chuparse los dedos, es este pedazo de genialidad. Como la cochinita pibil, este platillo también tiene buena concentración de la sabrosa pasta de achiote; pero en vez de cerdo, el rol central lo asume un buen pescado guisado y condimentado con diferentes pimientas, clavo y comino. Su característico color naranja contrasta con la hoja de bijao donde es servido. Donde vayas, no dejes de pedir el que puede ser uno de los platillos más emblemáticos en los restaurantes de Cancún.
Postres: tal como solemos decir, en México comerás tanto que corres el riesgo de quedarte sin el postre; así que cuidado, porque los postres mexicanos son toda una locura; foodies del mundo entero se ponen de rodillas ante la originalidad y el espectacular sabor de estas dulces presentaciones donde prima la tradición y las más asombrosas combinaciones. Encontrarás budines, gelatinas de coco, dulce de papaya, dulce de mazapán, merengada y hasta pasta de guayaba; ¿mucho dulce? Pide un buen vaso de leche y disfruta.
Sopa de lima::una sopa de raza yucateca como las hubiere. La sopa de lima lleva chile, pollo, jitomates, cilantro, algunas especias y el famoso “recado”: el resultado es un sabor francamente asombroso. ¿Y la lima? Claro que lleva, los mayas no la hubieran hecho mejor con toronjas o mandarinas.
Ceviche mexicano: en qué se diferencia este ceviche del resto de sus hermanos caribeños… pues resulta que el ceviche de Cancún, fuera del mero, la sierra, los camarones y otros insumos de mar… bueno, ¡todo es igual! Salvo que los tomates son jitomates. ¡Ah! y tiene chile chipotle!
Barbacoa maya:: por insólito que parezca, decir barbacoa maya ya es en sí una redundancia; de hecho la palabra barbacoa, según muchos estudiosos del tema, es un vocablo maya: la legendaria cultura ya sabía hace siglos muy bien como asar una buena ternera bajo tierra y con hojas de plátano y maguey. La que encontrarás hoy en día en los restaurantes será una barbacoa con pollo, o cerdo a lo pibil.
Pan de cazón: esta tradicional receta es muy popular en Campeche y en Quintana Roo. Básicamente es una rica tortilla de cazón deshebrado (especie de tiburón pequeño), frijoles refritos —frijoles especialmente negros—, jitomates, chile habanero, epazote, aguacate, cebollas y ajo… ¿y el pan?, La verdad es que no lleva… pero no deja de ser suculento.
Pescadillas: su nombre es lo suficientemente claro: es una tortilla pero de pescado. Si te encuentras con este platillo en la carta local, verás que contiene sierra, mero o merluzas (las variantes de pescado se dan según otras regiones y las temporadas de peces), junto con todo lo demás que hace sabrosas a las clásicas quesadillas.
Papadzules: no son papas azules, aunque si trae papa. El origen de su nombre es bien curioso: viene de papa (el vocablo original) y dzul (jefe, amo, señor), por lo que esta receta maya significa: “el alimento de los amos”. Este platillo, esencialmente yucateco, consiste en tacos de huevos con salsa de tomate, cebolla y chile habanero. Prueba suerte en algún restaurante solicitando esta sabrosa rareza de la cocina local.
Tamal yucateco: otro plato delicioso que se nos hace conocido, ¿qué tiene de diferente al resto de tamales de Latinoamérica? Seguramente los aderezos: epazote, achiote, chiles habaneros, etc.
Aperitivos: por aquí no se dice ni aperitivos, ni “mecato”, ni comida para “picar”, ni mucho menos tentempiés…, simple y llanamente los antojitos son “antojitos”: los mexicanos aman hacer estos platillos, tanto como los turistas aman devorarlos. Recuerda estos nombres cuando el hambre apriete y aún no sea hora del almuerzo o la cena: buñuelos planos (como para no creerse), panuchos, salbutes, kibis, polcanes, tianguis, tortas de lechón, empanadas mexicanas, tortillas y más tortillas a la vista. Fuera de las escuelas, los bares, en las plazas o por la playa habrá algún vendedor tratando de ganarse el día con muchos de estos antojitos para que no te quedes con el antojo.